El peronismo, un cuerpo sin cabeza



Por Catalina Pantuso

El peronismo es hoy una promesa que no termina de cumplirse, una esperanza repleta de flores que no dan frutos, un sueño que puede convertirse en una pesadilla y una lealtad huérfana que busca su destino.

(si no sale el artículo completo, cliquear en el título)



En este 17 de Octubre el sol ilumina a pleno en un cielo totalmente despejado. Podría decirse que es un día peronista. Pero no será así. No habrá ninguna recordación ni acto religioso para celebrar la irrupción del peronismo en la historia argentina. En la Plaza de Mayo no se convocó a nadie, en los estadios habrá partidos de fútbol y en las iglesias se realizarán los oficios religiosos de rutina. En el Mausoleo de Perón, de La Quinta 17 de Octubre, no se realizará ningún homenaje especial y ningún funcionario de los gobiernos peronistas (nacionales, provinciales o municipales) llegará hasta allí para colocar una ofrenda floral. Seguramente los aparatos económicos —políticos o sindicales— contratarán grandes solicitadas en los principales medios gráficos y la TV anuncia programas especiales. Es que el peronismo vende y levanta el rating.

Para mí, el mejor símbolo del peronismo actual es el conjunto escultórico “Monumento al Descamisado” realizado por Leone Tommasi (Pietrasanta; 1903 - 1965) El pintor y escultor italiano vivió en Argentina entre 1950 y 1954 y realizó grandes estatuas de contenido social, que se colocaron en el frontispicio superior de la entonces Fundación Eva Perón. La autodenominada “Revolución Libertadora” pretendió destruirlas y las arrojó al fondo del Riachuelo. Dos de ellas, la que representaba a Evita y a Perón, fueron decapitadas. En 1996, el presidente Carlos Menem, encargó su búsqueda y rescate y se las instaló en el predio de la Quinta17 de Octubre de San Vicente. Finalmente quedaron ubicadas cerca del Mausoleo de Perón y muy lejos del pueblo.

Mientras que en la Argentina la doctrina peronista se ha convertido en una mera retórica —que ofrece un variado merchandising al mejor postor— y el Proyecto Nacional es una utopía, en el mundo se estudia y analiza el pensamiento de Perón y se ponen en práctica los principios de la Comunidad Organizada.

Prueba de la vigencia de la filosofía peronista es el reciente otorgamiento del Premio Nobel de la Paz al Cuarteto de Diálogo Nacional Tunecinopor “su decisiva contribución a la construcción de una democracia plural en Túnez, tras la Revolución de los Jazmines en 2011”. No sé, ni me interesa saber, si alguno de los integrantes de esta organización libre del pueblo—la Unión General de los Trabajadores Tunecinos UGTT), la patronal del país (UTICA), la Liga de Tunecina Derechos Humanos y la Orden de Abogados— alguna vez leyó un texto de Perón, ni si tiene alguna idea de los principios de la doctrina peronista. Esto no es importante, ni tampoco se trata de reclamar derechos de autor.

Lo fundamental es que Cuarteto de Diálogo Nacional Tunecino puso en práctica los postulados de la Comunidad Organizada y logró establecer un proceso político pacífico, al margen de todos los ideologismos, en un momento que el país estaba al borde de la guerra civil. Armonizó los intereses contrapuestos, diseñó un nuevo proyecto de país y creó los instrumentos necesarios para establecer un sistema constitucional de gobierno que garantiza los derechos fundamentales de toda la población, sin importar las convicciones políticas y las creencias religiosas.

El peronismo, en la Argentina actual, es un enorme cuerpo decapitado tal como se aprecia en el estado actual de las esculturas de Tommasi. Se rescatan las conquistas sociales, la estatización de los ferrocarriles, la modernización de las estructuras económicas, y se confunde el asistencialismo con la justicia social. Se niega lo fundamental: la Tercera Posición, la doctrina justicialista y el llamado a la unión nacional.

El General se despidió con la frase “Mi único heredero es el Pueblo”. Los consumidores, actuales destinatarios de las políticas públicas, sólo quieren satisfacer sus deseos más inmediatos y a los dirigentes sólo les interesa ganar una contienda electoral. El peronismo murió con Perón aunque muchos siguen usufructuando una porción de su herencia simbólica. La Doctrina Justicialista es casi letra muerta y el Proyecto Nacional quedó olvidado en algún archivo.

En este 17 de Octubre lo único que brilla es el sol. Todo lo demás es una gris ausencia.

No hay comentarios: