Cóctel peligroso

Por José Marcelino García Rozado Los pronósticos de lento crecimiento, tendiendo al decrecimiento, son hoy la comidilla de la economía, la notoria perdida del poder adquisitivo de los salarios impacta en como popularmente se ve la economía, y esta visión impacta en el humor social en detrimento del Gobierno Cristina. Inflación y déficits crecientes son para el argentino “de a pié”, junto al korrralito cambiario aquellas cosas que lo ponen de mal humor.(para leer la nota completa,. cliquear en el título) CFK discurseo la ultima semana y abandono los parámetros que comúnmente utiliza: esta vez utilizo el discurso para emitir dos advertencias y una revelación, inicio la “tanda de avisos” con un discurso dirigido a los sindicalistas aportando una definición mayúscula en el plano ideológico, y muy especialmente proviniendo de un Presidente que se dice peronista aunque enfrentado a las “corporaciones”, “los gremios no constituyen la columna vertebral del movimiento”, o en el mejor de los casos, del cristinismo, de una manera de hacer política basada en el contrapunto directo líder-masas, dejando en claro que ella se siente preparada y capacitada para prescindir de intermediarios que se queden en el camino con “vueltos del poder”. Y este proceder para “La Jefa” no es nuevo, así lo pensaba ya en sus épocas de Santa Cruz. El pasado jueves 10 se los hizo saber a los popes sindicales, cuando afirmo categóricamente que “solo algunos justicialistas recuerdan el nombre del secretario general de la CGT-solo los desmemoriados o muy jóvenes desconocen a José Espejo- en aquellas épocas de Perón y Evita” –asumiendo una comparación como mínimo odiosa, sino verdaderamente propia de un soberbio-, y agrego “es que los trabajadores, saben que su vida mejoro porque hubo un modelo macroeconómico que lo hizo posible y esa transformación no es merito de ninguno que haya hecho una huelga mas o una huelga menos”, o lo que es lo mismo se autoadjudico junto a “el” la paternidad en soledad de la situación de bonanza económica de los últimos 10 años, pues si la bonanza se derrama desde la cúspide de la pirámide del poder, y el reparto de panes y peces es la facultad exclusiva del conductor, el rol de los sindicalistas se reduce a “participar del proceso, identificándose con el/los benefactores, y a apoyar el proyecto nacional y popular” que “Ella” encarna en soledad. Mas allá de la burda comparación, pues Perón utilizo esa metodología optando por prevenir y no tener que curarse, “dar la mano para que no se tomasen el brazo”, pero era Perón y así y todo tuvo que enfrentarse con los cañeros, los ferroviarios y los telefónicos y debido al proceso de elevación social que se produjo en el pueblo argentino las organizaciones obreras entendieron que la CGT debía recibir y agradecer, acompañar y movilizar a la clase trabajadora para alcanzar las metas de destrucción de la pobreza y la indigencia, tal como se estaba logrando con la incorporación de los derechos obreros en el imaginario colectivo de la sociedad, siendo estos incorporados con rango constitucional en la Constitución peronista de 1949. Esto –debemos aclarar- también lo logro NCK durante los dos periodos como gobernador santacruceño, pues no enfrentaron una sola huelga general, no hizo falta, los aumentos y mejoras pactadas de antemano y concedidas antes de que estallaran los conflictos y reclamos; “el” se empeño en ganarle de mano a las demandas. Pero esto no es lo que esta sucediendo con el Gobierno Cristina, y menos aun en esta su segunda versión, por eso el reclamo infundado y el “apriete presidencial” que pretende darse la razón al señalarles a los habitantes de Azopardo que “no nos engañemos mas: estamos mejor porque tuvimos un modelo macroeconómico sostenido por un Presidente que se llamo NCK y que hemos seguido sosteniendo quienes tuvimos el honor de decidir seguir siendo Presidenta de la Republica por el voto popular”; carece de humildad y peca de fanfarronería y se asienta en una falaz realidad inventada por el “discurso-relato epopéyico del modelo K”. Sus afirmaciones no solo cuestionan al sindicalismo local, sino reflejan una interpretación de la historia que niega la conciencia, la organización y la lucha social: propias del peronismo, el socialismo, los socialdemócratas, los comunistas y hasta los anarquistas. Pretende borrar mediante el “relato cristinista” la acción y la predica de todos aquellos. En la Argentina del siglo XX fue el peronismo, quien interpretando las luchas para incorporar a la clase obrera al quehacer nacional, el poner fin al trabajo infantil, a las condiciones inhumanas, a las jornadas de sol a sol, o sin remuneración dineraria, el incorporar la mujer a la vida política, encabezo y logro lo que otras facciones políticas no habían logrado. Pero en el imaginario presidencial de Cristina, todas las luchas que conmovieron al mundo y a nuestra Patria durante el siglo XX han sido un gigantesco error puesto que se podía obtener lo mismo con menos sufrimientos; bastaba con haber esperado la llegada de “un príncipe, un elegido” que concentrara en su figura la suma de todas las representaciones y distribuyera una parte –muy minoritaria por cierto- de la riqueza entre los desheredados, que por supuesto no alcanzo ni para combatir siquiera, no ya derrotar, la pobreza y la indigencia. ¡En el pecado de la CGT, en su abyecta fusión con el Gobierno y su incondicional subordinación a la jefatura política esta la penitencia! La segunda advertencia, y como ya es una trillada costumbre, fue para con los medios de comunicación, ironizando de que su administración es “nacional, popular y democrática” echando mano ahora a Esther Goris y el film Eva Perón, donde como no podía ser de otro modo, a “Ella” le impacta la escena donde un “supuesto Enrique Santos Discepolo” le recriminara a Evita diciendo: “Señora: no hay libertad de prensa” y el guionista (Juan Pablo Feinman) y no la historia ni la realidad le hace responder a una primera dama moribunda: “Ya hablaron durante muchos siglos, vienen hablando desde hace 40 o 50 años, ahora nos toca hablar a nosotros, Discepolin. Mientras este yo, vamos a hablar nosotros”. Estalinismo puro y directo, algo que jamás hubiera dicho María Eva Duarte, y que dista de ser inocente y la pinta a ella y a sus seguidores de cuerpo entero como la totalitaria que es, y se asume. Para CFK solo los Cristóbal López, Ámbito y Pagina/12, los multimedios de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, los de Vila-Manzano, o los de Electroingenieria, o los de los hermanos Olmos o los de Raúl Moneta tienen derecho a hablar y a desinformar o malinformar al pueblo; así fue la dinámica de un discurso desordenado y a la vez empedrado de alusiones intencionadas y generalmente acríticas y falaces, tan acríticas y mentirosas que hasta intento avalar las persecuciones, espionajes e investigaciones internas prohibidas por las leyes de Defensa y Seguridad Interior, respecto de dirigentes políticos, sindicales, estudiantiles y sociales llevadas a cabo por su Ministro Nilda Garre y la Gendarmería Nacional en el denominado “Proyecto X”, y nexo aquellas con la investigación y la singularidad del decomiso de 800 kg. de cocaína, solo porque el nombre del chofer del camión estaba en los listados prohibidos de aquel proyecto de espionaje interior. Esta, junto con la aberración del caso Schoklender-Bonafini, pegan en la línea de flotación de su política de DDHH y resulta indefendible hasta para sus mas obsecuentes seguidores, el PEN admite la existencia y la vigencia de una actividad prohibida, y que nada tiene que ver con la investigación del crimen organizado, el narcotráfico y el delito, tres cuestiones que pareciera no ser ni siquiera tocados por el Gobierno Cristina, para ampliar la realidad de inseguridad que vive la sociedad argentina, entregada por la despolitica oficial a ser carne de canon de las organizaciones delictivas y ante la impasividad de las fuerzas de seguridad, cuando no con la complicidad, encubrimiento, o liberación de zonas por parte de estas. Pareciera que la política oficial de la Ministro Garre es desproteger las fronteras –retirando a la Prefectura y la Gendarmería- para utilizar a dichas fuerzas especificas en la represión interna de la cuestión social, o para patrullar y reforzar las rutas o el conurbano bonaerense y la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por fin Cristina decidió elegir su contendiente, y desechando al mas cercano y peligroso, eligió a Mauricio Macri a quien groseramente comparo con la “gata flora” en un nuevo dislate del discurso presidencial de una Jefa de Estado, en el mientras tanto y para matizar aquellas tres “interpretaciones personales de la realidad” y acostumbrada a sacarle todo el jugo posible, comparo a las inverosímiles reflexiones que Mauricio realiza a los pies de la cuna de su nueva hija con las menciones a la cajita rosa en la que ella guarda un tubo con petróleo extraído en 1912 o al proyecto de ley que, envuelto en una cinta argentina, deposito sobre la tumba de su marido en el mausoleo de Río Gallegos; ¡todo muy grafico! Pero la realidad que vive el pueblo es otra muy distinta: “en 2011, el 53% de la población creía que la economía iba a mejorar; ahora, es el 33%. Un año atrás, el 18% de la gente pensaba que la situación económica empeoraría; ahora lo dice el 33%. El humor social esta cambiando” dice el economista jefe de uno de los tres bancos mas importantes sobre una encuesta de Poliarquía. MBC Mori, a su vez señala en coincidencia, que hace un año 31% de la ciudadanía creía que la situación económica era mala o muy mala, hoy es el 45% y esta percepción tiene variadas razones, pero dos son las que se destacan en todas las encuestas: la primera, la falta de definición en gran parte de las paritarias que provoca una notoria perdida del poder adquisitivo del salario, y cada vez mas el pueblo siente el impacto de la inflación en sus bolsillos; y aquí aparece la segunda, a los ojos del pueblo -82%- la situación con la inflación es grave o muy grave; a la vez que la gestión del Gobierno al respecto es mala o muy mala, aunque aun exista un 53% que aprueba o acepta en general la administración de CFK. El cambio de humor se expresa asimismo en el Índice de Confianza del Consumidor de la UTDT –Universidad Torcuato Di Tella- que en abril bajo 19,4% respecto del mismo mes de 2011; o que en el Índice de Expectativas Económicas de la UCA y Gallup, haya caído en un 11% desde el pasado 23-O. El país del “relato y del modelo cristina” comienza a hacer agua, y de la “sintonía fina” pasamos al korralito cambiario que le impiden ahorrar en la moneda que quieren y al freno de las importaciones para intentar recuperar la caja en dólares, mientras la venta de supermercados es de crecimiento nulo: ya no es lo que la gente quiere comprar, sino de lo que puede y la de los shoppings que crecían al 20% anual, ahora están totalmente frenadas; el humor social esta en baja y a la perdida del salario se suman la quita de subsidios a una parte de la población, o el aumento del impuesto a las ganancias sobre los sueldos de los trabajadores en cada vez mayor proporción. La “incertidumbre” es la idea central para analizar el futuro, en la clase media, y el enfriamiento de la economía ya esta totalmente instalado: para los economistas serios el crecimiento este año apenas alcanzara al 3 o 4%, o sea la mitad de los años anteriores. Este es el país real, y toda esta situación tendrá una mayor intensidad durante el segundo semestre, cuando hasta el propio Gobierno Cristina espera el impacto mas serio de la crisis europea, allí terminara de intensificarse el mal humor social, malhumor que tendrá su correlato en la política; ¿que hará entonces Cristina? Pues tiene cada vez menores herramientas para impulsar la economía, las cajas están casi agotadas: “al gobierno ya no le quedan ni la caja en pesos ni la de dólares” definía el pasado 7 de mayo Roberto Lavagna; uno de los pocos pero efectivos logros del régimen K, el alto crecimiento de los últimos 9 años es hoy un lastre: hace falta mucha plata para poder remontar el crecimiento y el gasto publico crece al 36%, cuando la recaudación lo hace al 24% y seguirá en bajada por la desaceleración y el enfriamiento económico. Pasamos de la fiesta de la expropiación de YPF a la falacia del autoabastecimiento energético por obra y gracia de nadie sabe quien, sin considerar que para que este se de se debe destinar una gigantesca suma de dinero inexistente hoy a la refinación –principalmente y en forma urgente-, a la exploración que demandara como mínimo 5 a 10 años y cerca de US$ 25 mil millones como mínimo –algunos entendidos hablan de US$ 40 mil millones- y por fin a la explotación de lo que se haya encontrado. La respuesta a estas preguntas es otra de las incertidumbres de la hora; y en estas incertidumbres nada tienen que ver ni los sindicalistas, ni los medios ni el opositor elegido, la incertidumbre se asienta en el Gobierno Cristina con exclusividad, y ahí radica el peligro.

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