Peor que un crimen es un error




Por Víctor E. Lapegna

Ninguna persona de bien podría oponerse a la intención de poner fin a la guerra civil que desangra a Siria hace ya dos años y en particular a las matanzas provocadas por el gobierno que hoy preside Bashar Al-Assad y ejerce ahí hace ya 50 años del partido Baas (Partido del Renacimiento Árabe Socialista), de las cuales las causadas mediante el uso de armas químicas son apenas una parte.

(para seguir leyendo, cliquear en el título)


De ahí que no cabría sino apoyar al presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, si fuera uno a creerle cuando asegura que las acciones militares que propone llevar a cabo en Siria sólo buscan mostrar a Al-Assad – a quien, no sin motivos, califica de dictador – que no será impune el uso ilegal de armas químicas que hiciera contra sus enemigos internos y la población civil.

Pero aún si aceptáramos a pies juntillas que son esas y no otras las intenciones de Obama, no apoyaríamos su iniciativa punitiva dado que de ella, podría decirse lo que dicen que dijo Talleyrand de la ejecución del duque de Enghien, sucesor del trono de Francia: “Peor que un crimen, es un error”.

¿Quién puede creer que mediante un ataque con misiles llevado a cabo por buques y/o aviones de Estados Unidos contra blancos en territorio sirio se conseguiría atenuar las matanzas que provoca esa guerra civil, aunque los blancos atacados fueran depósitos de las armas químicas, los ataques fueran certeros y causaran pocas muertes y heridas de personas inocentes (que se suelen tratar de disimular con el cínico eufemismo de designar a esas bajas como “daños colaterales indeseados”)?

Está visto que no fue con misiles lanzado desde aviones – tripulados o no – que Washington castigó a Osama Bin Laden por los atentados del 11 de setiembre y también se comprobó que para que Washington alcanzara el objetivo de derrocar y capturar a Saddam Hussein, las tropas estadounidenses tuvieron que invadir Irak y combatir en forma directa en ese territorio.

¿Es aceptable suponer que el caso de Bashar Al–Assad y de Siria, en cuanto a lo señalado, sea diferente al de Osama Bin Laden o Sadam Hussein e Irak? No parece que haya nada que así lo indique.

De ahí que sea posible que, con sus bombardeos a Siria, Obama le demuestre a Al-Assad que no está dispuesto a dejar impune el hecho de que el mandamás de Damasco mate a sus conciudadanos con armas químicas, ya que así incumple normas que prohíben el uso de las mismas.

Pero la única o la principal consecuencia de ese mensaje bélico de Washington será que otras personas sean muertas y heridas en Siria, esta vez por misiles estadounidenses que no dañaran ni un pelo del propio Al-Assad.

Es ese un modo demasiado costoso para confirmar las palabras del papa Francisco, en cuanto dijo que "la violencia sólo conlleva muerte" y que "la paz sólo se afirma con la paz" y advirtió que "hemos perfeccionado nuestras armas pero nuestra conciencia se ha adormecido, hemos hecho más sutiles las razones para justificarnos, y como si fuese una cosa normal, seguimos sembrando destrucción, dolor, muerte".

Por eso creemos que, si las intenciones que dice Obama tener son las que en verdad tiene, al lanzar un ataque a blancos en territorio sirio cometería un crimen y, lo que tal vez es para él peor, un error.


No hay comentarios: