Una cuestión de ética haría que Boudou se aparte del cargo de Vicepresidente




Por Adrián Rois

Boudou debe dar un paso al costado hasta que se esclarezca su situación, pedir una licencia. En la causa hay una serie de elementos que por su gravedad aconsejan que el vicepresidente dé un paso al costado. Uno de esos elementos es que el caso Boudou se trata de escándalos de corrupción sobre la empresa que fabrica la moneda de la Argentina.

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Sólo un apartamiento rápido del vicepresidente puede salvar a nuestro país de la pérdida del prestigio en el escenario internacional. Hay una cuestión de ética que hace que Boudou no pueda representar a la Argentina sospechado de estos escándalos de corrupción.

La licencia ha sido el temperamento seguido en varios países de Europa en casos de pedido de indagación. El caso del ministro Belga Willy Claes en 1995 es uno, cuando se trató la corrupción en la operación de compra de los Helicópteros Augusta en 1988, pidió licencia precisamente para que se investigara. Otros renunciaron directamente, como el ministro belga de Relaciones Exteriores Frank Vandenbroucke.

Pero la renuncia no es la táctica adecuada. La persona, si tiene fe en sus posiciones, debe demostrar que lo que quiere es que desde el cargo no pueda interpretarse que puede hacer presión sobre el ámbito tribunalicio.

En otros casos emblemáticos, la dimisión se ha producido independientemente del resultado final de la investigación. Tal es el caso del presidente de Alemania Christian Wulff en febrero de 2012, quien tras verse envuelto en graves escándalos de corrupción, a través de una declaración, anunció su dimisión admitiendo que ya no disfrutaba de la confianza de los alemanes.

Fernando Collor de Melo en Brasil fue directamente apartado en diciembre de 1992, él no renunció, directamente le hicieron un Jury de Enjuiciamiento. El caso fue grave y marcó un hito en la historia brasileña, incluso mataron a su hombre de confianza, aunque lo quisieron hacer aparecer como que se suicidó, Paulo Cesar Farías.

Recordemos que a Collor de Melo se lo acusaba por contratos ilícitos, negocios ilícitos por parte de testaferros, similares negocios a los que se barajan en la causa Boudou, y que en la órbita del Congreso Nacional posibilitan el pedido de Juicio Político. El presidente Brasileño también había incurrido en desvíos de fondos, enriquecimiento ostentoso de amigos y colaboradores que habían sido colocados en lugares claves del gobierno. En aquel entonces la prensa recogía con naturalidad noticias acerca de la exagerada multiplicación del patrimonio de los Collor.

En el caso Boudou, lo más sano es que en mérito a la gravedad de la sospecha y los elementos del delito, el vicepresidente se aparte con una licencia mientras dure este proceso. Si me pusiera en abogado de Boudou le diría que no renuncie, porque renunciar es reconocer. Si está en la tesitura negativa sosténgala, pero una cuestión de ética haría que momentáneamente se aparte del cargo de Vicepresidente.

El autor es miembro del Frente Renovador - CABA

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