por Rosendo Fraga
A menos de tres semanas de las elecciones, las tendencias parecen definidas. La candidata oficialista obtendría ahora más del 50% de los votos, superando el resultado de las primarias del 14 de agosto, que fueron una pre-elección. En las nueve elecciones de gobernador que se realizan el mismo día, el FpV solo sería derrotado en San Luis, por la influencia de los hermanos Rodríguez Saá, y puede poner en riesgo Mendoza. En las otros siete ganará (Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Cruz, Formosa, Jujuy, La Pampa y San Juan). (para leer el artículo completo, cliquear en el título)
En la provincia de Buenos Aires el segundo será Francisco de Narváez, que mejorará el resultado obtenido en agosto. Binner será el segundo, acercándose al 20%. El tercer lugar, en disputa entre Duhalde, Alfonsín y Rodríguez Saá, no parece claro todavía. Carrió y Altamira completan los siete candidatos presidenciales, pero difícilmente alguno de estos dos supere el 3%. Al acercarse la elección, la polarización del voto opositor no se está dando: aunque Binner crece, igualmente quedaría entre 30 y 40 puntos por debajo de Cristina Kirchner. El candidato socialista en los últimos días ha endurecido su discurso frente al oficialismo, aunque sin abandonar su estilo moderado.
En el Congreso que vendrá, el cristinismo tendrá amplia mayoría en ambas cámaras. En el Senado, donde tiene mayoría con 37 senadores sobre 72, si repite el resultado de agosto mantiene la misma cantidad de bancas, y si logra mejorarlo -como es probable-, ganará una o dos bancas más. En diputados, el FpV y aliados tienen 116 de 257 bancas. Repitiendo el mismo resultado que en las primarias llega a 125 y queda a 4 de la mayoría, que es 129; mejorando el resultado de agosto, la alcanza. Pero la realidad política es que el oficialismo tendrá aún más legisladores debido a los que se irán sumando. Es el caso de Felipe Solá, que abandonó el Peronismo Disidente, y el de los 6 diputados nacionales de Carlos Reutemann, que formaron un bloque propio para negociar con el oficialismo. De acuerdo a un cálculo oficialista, el bloque peronista disidente de la Cámara Baja, que es de 28 diputados, quedaría en sólo 13 debido a legisladores que no renuevan o que se cambian de bloque. Este tipo de efecto se está anticipando a la asunción de los nuevos legisladores el 10 de diciembre. Pese a ello, el ministro de Economía (Boudou), al presentar el proyecto de presupuesto 2012, señaló que si la oposición no lo aprobaba, el Ejecutivo volvería a prorrogarlo por decreto, manteniendo la baja relevancia hacia lo institucional que ha caracterizado tanto al kirchnerismo como al cristinismo. Pese a ello, la ley de tierras, impulsada por la Presidente, sigue frenada en Diputados y el debate que se ha abierto respecto a la constitucionalidad del proyecto puede anticipar otros que vendrán al profundizarse el modelo.
Qué hacer con el peronismo es un tema de análisis y discusión en el entorno de la Presidente. Los sectores más peronistas insisten en que ella debe asumir la Presidencia del PJ, como hiciera su marido. Sostienen que el peronismo es el principal sostén político y electoral de la Presidente y que seguir dejándolo en manos de Scioli como titular y Moyano como Vice puede ser políticamente riesgoso en el futuro. Desde el otro extremo, los sectores juveniles que la acompañan sostienen que el PJ la limita ante una sociedad que ya no siente el peronismo como en el pasado y además puede alejar a los sectores medios que se sumaron al oficialismo después de la muerte de Néstor Kirchner. Entre ambas posiciones se abre paso la de tercerizar el PJ, imponiendo como titular del partido a alguien alineado con Cristina como puede ser su candidato a Vicepresidente (Boudou) y que no proviene del peronismo. La idea sería neutralizar al PJ. Mientras tanto, las diferencias entre el cristinismo y Scioli en la provincia de Buenos Aires se ponen en evidencia antes de las elecciones del 23 de octubre. El candidato a Vicegobernador cristinista (Mariotto) ya no sólo cuestiona el proyecto de regionalización de Scioli, sino también su política de seguridad. Los cambios en el gabinete bonaerense son un ámbito de esta pugna. En la visión de largo plazo, el oficialismo busca impedir que Scioli se proyecte para la sucesión y se impulsa a Boudou como alternativa. El actual ministro de Economía sería el único Presidente que asumiendo en 2015 no puede presentarse en 2019 por haber sido previamente Vicepresidente un período.
Al mismo tiempo, la realidad va mostrando frentes de conflicto que se presentarán después de la elección. La baja del 20% en el precio la soja en un mes volverá a generar tensiones con el campo, limitando o impidiendo proyectos de sectores del oficialismo como estatizar el comercio de granos. El Presidente de la UIA (Mendiguren) ha reclamado públicamente que se desdoble el mercado cambiario, poniendo sobre la mesa un objetivo de sectores industriales. El millón de fieles que llegaron el domingo hasta Luján en la peregrinación anual, así como los cien mil que lo hicieron en Corrientes ante la Virgen de Itatí, se inscriben en la estrategia de la Iglesia Católica de impedir que avancen proyectos impulsados por el oficialismo para permitir el aborto y la eutanasia. La detención de cinco dirigentes sindicales combativos, avalada por el gobierno, generó una reacción de todo el espectro sindical. Denunciaron una campaña contra el sindicalismo no sólo los sectores del Partido Obrero -al que pertenecían- sino también los dos sectores de la CTA, Moyano como titular de la CGT y los dirigentes sindicales alineados con el peronismo disidente (Venegas y Barrionuevo). El triunfo del PO y sus aliados en la Universidad de Buenos Aires y la movilización de los piqueteros antikirchneristas proyectan un eje opositor a la izquierda del oficialismo. La pugna para imponer la nueva ley de medios, las denuncias de corrupción no resueltas y el inocultable avance de los carteles de la droga completan la agenda de conflictos políticos que emergerán después de octubre. Pero es la economía y el impacto de la crisis global la gran cuestión que enfrentará el gobierno después del 23 de octubre.
En conclusión: a menos de tres semanas de las elecciones Cristina obtendría más votos que en agosto, Binner es el segundo en el ámbito nacional y Narváez en la provincia de Buenos Aires, pero ambos a más de 30 puntos del oficialismo; pese a la importancia que la oposición intenta dar a la elección de legisladores, el oficialismo contaría con amplia mayoría en ambas cámaras; respecto al PJ, hoy se optaría por reemplazar a Scioli y Moyano por figuras alineadas con el oficialismo, para neutralizar el partido; para después de la elección se está delineando una agenda de reclamos y conflictos que pasan por el campo, la industria, la Iglesia, el sindicalismo, los medios, la corrupción, la izquierda y la droga, pero será la economía la cuestión central a resolver.
Publicado en La Tecla
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