Los hombres de campo no le temen a la política: recelan de los políticos

por Fernando Castro Pintos

El Movimiento de Reconocimiento Agropecuario contesta por este medio a la reunión llevada a cabo en la Sociedad Rural de BOLIVAR. Siempre la producción agropecuaria en éste y en todos los países que de alguna manera dependen de sus producciones agrícola-ganaderos lleva adelante planeamientos trazados a largo plazo. No hay otra forma, pues los regímenes de los distintos planteos conspiran para que así sea. Esto el productor, eficiente y cauto como el argentino, lo sabe muy bien y lo ha demostrado en su productividad cada vez que tuvo la ocasión.
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El productor agropecuario en su gran mayoría necesita de la previsibilidad para poder estimar sus próximas cosechas, ó sus terneros a nacer, ó si va a incorporar más Has a sus cultivos intensivos, ó simplemente si va a colocar un molino más. Pero siempre su vista está colocada en el porvenir.
Qué previsibilidad tiene en la Argentina K un productor agropecuario? NINGUNA. Porque no se respeta absolutamente nada ni a nadie. Todo el sector es paria de un sistema ó modelo sólo conocido por aquellos que aprovechando el trabajo de miles de trabajadores rurales, especulan netamente a favor propio ó de terceros interesados directos que se quedan, sin ningún pudor, con rentas extraordinarias generadas por aquellos que exponen sus capitales e intereses para no recibir más que los fragmentos de aquello que lograron con tanto esfuerzo.
El productor agropecuario en general no es el culpable de este a debacle, sino que es la víctima de la inmoralidad jurídica y gubernamental impuesta por las políticas de este modelo y llevadas a cabo por su secretario de Comercio Interior, la AFIP y la ONCCA.
La FAMILIA agropecuaria es, tal vez, la más aferrada a las tradiciones argentinas y respetuosas de las INSTITUCIONES de la REPUBLICA ARGENTINA. Ella defiende no sólo la enseñanza e instrucción pública sino que tiene un amplio respeto por la propiedad privada y la Libertad. Esto es un principio que muchos políticos ignoran ó no quieren entender ó simplemente quieren renegar de ello.
En la majestuosa gesta de la 125, que a medida que pasa el tiempo se va agigantando, muchos descubrieron a los hombres y mujeres de la producción agropecuaria, y en su afán de no perder espectacularidad se acercaron a los distintos movimientos que se conformaron, simplemente para salir en la foto de ocasión. Hoy muchos de ellos siguen con sus mismos conceptos, con sus mismos vicios y sujetos a prerrogativas políticas que generaron el conflicto.
Existe en el gobierno y en muchas mentes la intensión de querer seguir avanzando sin detenerse, en la estatización de las cadenas productivas y de comercialización de los productos de la tierra sin que nadie levante la voz en las cámaras Legislativas. Siempre existe algo para negociar para un político pero lo que no se puede negociar es la LIBERTAD de producir lo que cada uno acuerde en su núcleo y en la mansedumbre de su Alma y la forma de comercializarlo.
La Mesa de Enlace, creada a pedido de los productores, no tiene la fuerza para mantener esta lucha y no ha generado su INSTITUCIONALIZACION para tener mayor peso político y ser palanca suficiente para ponerse al frente de los grandes problemas que azotan al sector generado siempre desde los mismos lugares del poder ejecutivo.
Rescato sí, las voces que se alzaron siempre desde CARBAP para poner las cosas en su lugar, pero sólo el eco de ellas llegaron desvanecidas a los recintos, ya sea porque las deformaron ó simplemente no las escucharon.
Este Movimiento observa con preocupación que se diga que el sector le tenga miedo a la política. De ninguna manera. Le teme a los políticos que no tienen escrúpulos para llegar a sus más oscuros fines, que a través de falsas promesas siempre terminan donde el Sol calienta mejor. Le teme a aquellos que se rasgaron las vestiduras haciendo gala de su poder dialéctico y llegado el momento no alzaron su gran voz pero sí mostraron su pequeñez moral, al traicionar lo que en su momento juraron.
Estoy de acuerdo que hoy muchos productores se han llamado a silencio. Que muchos se han encerrado dentro de sus establecimientos y ya no se convocan masivamente. Pero sé también que a través de esta política de intimidación fiscal nos tienen acorralados. Y dónde están los políticos que deben defender la Constitución? Quién levantó la voz en contra de estas medidas totalitarias de persecución a los productores? Quién es entonces el que le teme al poder central? El político ó el productor? Nadie que llega al poder lo quiere perder. El productor no es el que tiene ese beneficio, lleva siempre las de perder ante un ESTADO OMNIPOTENTE y con gran apetito fiscal.
Los productores agropecuarios sabemos enfrentar sequías, inundaciones, epizootias, plagas de cultivos etc. Lo que no podemos exterminar es la simpleza con que se adoptan medidas hacia el sector y no exista la voluntad de frenarlo por parte de aquellos que hoy nos acusan de temerosos.

FERNANDO A. CASTRO PINTOS (castropintos@yahoo.com.ar)
PRESIDENTE

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