Informaciones contradictorias surgen de los distintos sectores gremiales de cara al congreso confederal de la CGT que renovará autoridades. El espacio de Hugo Moyano, afirma que cuenta con cerca de 900 delegados, mientras que sus opositores manifiestan que ya tienen más de 1.300 delegados. Serán aproximadamente 1.700 los que participen del cónclave. (Para leer la nota completa, cliquear en el título) Los delegados se establecen conforme la cantidad de afiliados de cada gremio. Quien decide en última instancia el número es una comisión que responde a Moyano. Ya los gordos han impugnado la convocatoria acusando al camionero de dibujar los padrones, inflando a los gremios chicos y perjudicando a los grandes. El voto será secreto, lo que hace creer al moyanismo que cuenta con alguna ventaja. Ello está por verse, Muchos gremios que perdieron afiliados en manos de los camioneros se la tienen jurada a Moyano. Su principal aliado es Gerónimo Momo Venegas, titular de UATRE, cuya federación es la más numerosa. Genera dudas qué hará la federación de municipales, liderada por el veterano Amadeo Genta, cuya táctica histórica es jugar a dos puntas. El resto de los apoyos de Moyano, además de los camioneros y la UTA, es una larga lista de gremios chicos que aportan dos o tres delegados cada uno. Armando Cavalieri señaló reservadamente que cree contar con el número mínimo para desplazar a Moyano, pero que estima imposible evitar la fractura de la CGT. Por ello, aún no se descarta una lista de unidad, sobre todo en aquellos que apoyan a Moyano, pero no quieren romper con el gobierno. Entre ellos están los docentes privados, y la misma UTA, cuyo titular Roberto Fernández sigue negociando contra reloj.
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