La provincia de Buenos Aires, a un paso de emitir patacones

“Creo en el principio de la no violencia, pero si la opción es ser violento o ser cobarde, prefiero ser violento” (Mahatma Gandhi) 

Finalmente, Daniel Scioli sacará un decreto para revaluar los campos de la provincia de Buenos Aires, y obtendrá a cambio el envío de tres mil millones de pesos para aplicar al pago de salarios.

(para leer la nota completa, cliquear en el título) Más allá de que podrá recaudar más, a Scioli la solución sólo le alcanza para no desdoblar el pago de sueldos, pero no soluciona el problema financiero de fondo de la provincia, generado por la decisión del gobierno nacional de no enviarle recursos desde hace nueve meses. Para las arcas nacionales, en cambio, la medida implica una mayor recaudación por el impuesto de bienes personales y Ganancias, aumentando su poder de decisión respecto de las provincias. De todos modos, sigue su curso el proyecto de reforma tributaria en la legislatura bonaerense. Tanto la provincia como los municipios están una situación crítica que requiere la aprobación urgente del mismo. El estado bonaerense tiene un déficit estructural de once mil millones de pesos, situación agravada este año por la falta de remesas del estado nacional. Ese mismo estado se transmite hacia los municipios, tanto los del conurbano como los del interior de la provincia. En medio de esta complicada situación, el Gobierno bonaerense colocó deuda en dólares en el mercado local: fueron 50,22 millones a una tasa fija del 9,25 por ciento. En los escritorios de los funcionarios provinciales circulan proyectos de emisión de bonos como medida para hacer frente a los pagos del Estado. Doce años después, el Patacón podría volver a ser una desesperada solución. En aquella crisis, todo había empezado en la provincia de Buenos Aires. La cesación de pagos, el colapso social y la ingobernabilidad. Esta crisis financiera es la expresión de un conflicto político generado por el gobierno nacional. Cristina Fernández aspira a continuar en la Presidencia más allá del 2015, y Daniel Scioli es el jefe político territorial con mayores posibilidades de impedirlo. A la imposición de Gabriel Mariotto como vicegobernador, le suma ahora esta política destinada a ahogar financieramente a la provincia, generándole costos políticos al gobernador que terminen sacándolo de la cancha en el 2015. Semanas atrás, cuando el proyecto se encaminaba a su aprobación, tras acuerdos parciales entre el sciolismo, la UCR el PRO y el FAP, el kirchnerismo, de la mano del camporista José Ottavis, tiró por la ventana esa posibilidad. El objetivo es mantener atado al gobernador a la voluntad de la Casa Rosada. En general, todos los sectores políticos coinciden en la necesidad de aplicar el revalúo, teniendo en cuenta no sólo la necesidad fiscal, sino la situación de hecho de los productores rurales. Pero la idea generalizada es hacerlo escalonadamente en un proceso de cinco años. El alza de los precios internacionales de los commodities agrícolas hace que en los campos de la provincia el valor promedio de la hectárea se ubique en torno a los u$s 10.000.- Desde hace quince años, la valuación fiscal se mantiene en el orden de u$s 250 por hectárea. Pero el campo vive otras situaciones problemáticas, como la sequía que afectó a gran parte de su territorio, y las dificultades que han tenido los productores lecheros, trigueros y ganaderos en todo este tiempo. Frente a esta situación, las distintas organizaciones rurales se aprestan a resistir la medida. Ya se produjo un conflicto que terminó con peleas en la sede de la legislatura entre chacareros y militantes de La Cámpora. Las distintas entidades protestan porque saben que el ravalúo afectará no sólo lo que pagan por impuestos provinciales, sino por en Bienes Personales y Ganancias a nivel nacional, colocando en especial a los pequeños productores en una situación muy difícil. Detrás de todo, está la decisión política de Daniel Scioli respecto a cómo encarar su relación con el gobierno nacional. Pese a que él decidió no confrontar con Cristina Fernández, ella sí decidió hacerlo con él, generando un adelantamiento de los tiempos políticos imaginados por el gobernador. Scioli jamás peleó por derechos históricos de la provincia, como un nuevo reparto de la coparticipación, que respondiera con justicia al aporte colosal que hacen los contribuyentes bonaerenses al estado nacional, sin que la provincia reciba lo que le corresponde. Esa actitud del gobernador hoy no le reporta ningún beneficio; al contrario, van por su cabeza sin piedad, ni respetar código alguno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El hermano de Scioli le dijo a Nelson Castro que Daniel Scioli, practica el juego de las tres P: Paciencia,prudencia y Perseverancia. Yo agregaria, con perdon de la expresion, que para todo eso precisa dos P más: Pelotas de Plomo...