La grave situación fiscal de muchas provincias es principalmente por haber perdido el federalismo fiscal. Esta situación se agrava por haberle dado a la Presidente de la Nación la suma del poder, prorrogando las facultades delegadas por emergencia económica. Los gobernadores perdieron su autonomía política y hoy se tienen que atener a las consecuencias. Hay que asumir que la mayoría del país dio su consentimiento en octubre del 2011 a esta forma de gobernar. (para leer el artículo completo, cliquear en el título)
El mejor ejemplo será lo que le suceda al gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, por haber enfrentado al gobierno naciona l blanqueando antes de tiempo sus aspiraciones futuras . Lo concreto que el gobernador confirmo con sus dichos, que por ahora la oposición está dentro del mismo oficialismo y peronismo, como nos tiene acostumbrado su partido.
En el pasado muchos opositores cuestionaban las formas y no el fondo de las políticas del gobierno. Por eso ocurrió que no hay oposición definida al no haber tenido una propuesta alternativa para un planificado crecimiento y desarrollo que integre a todo el país. La oposición tendrá el desafío- venga de donde venga- de proponer una propuesta alternativa en los tiempos que vendrán, para cambiar la relación de poder en el año 2013 y volver a un equilibro de gestión republicano.
Mientras la mayoría de la dirigencia política, empresarial, sindical y social hablaba de federalismo, apoyaban al mismo tiempo la vigencia de los derechos de exportación al campo, el impuesto al cheque y las facultades delegadas por emergencia económica. Al concentrar con dichos impuestos el 78% de la recaudación en el Poder Ejecutivo Nacional, sin contar el impuesto inflacionario, termino consolidando un sistema de gobierno unitario, que le permite a la Presidente desconocer la autoridad de sus aliados provinciales y la independencia de las fuerzas de oposición, para poder ejercer con independencia sus gestiones de gobierno.
Lo único que vale es el apoyo incondicional para contar con recursos y si no el ostracismo político por indigencia.
A los hechos me remito. Lo que está ocurriendo en la provincia de Buenos Aires no le tendría que sorprender a nadie . Ya ocurrió en Entre Ríos hace unos días. El reclamo se extiende a otras provincias porque sus cuentas están en rojo.
La inflación crónica al 30%, un aumento del gasto público a un nivel de 47% del PBI y el aumento de la presión impositiva provinciales para poderse financiarse por la falta de recursos enviados por el estado nacional, es un coctel muy difícil de soportar por el conjunto de los ciudadanos.
Si las presiones del sector agropecuario consiguen nacionalizar y convocar a todos los sectores en el reclamo , se estaría gestando en el interior una reacción similar a la 125 , para reclamar por un sistema federal de gobierno, un tratamiento en igualdad de condiciones para todos los sectores de la economía y la recuperación de la dignidad para todos los habitantes del interior.
La situación del sector agropecuario y agroindustrial es mucho más grave que el 2008 y el final de la convertibilidad por la actual política cambiaria. A pesar del valor de la soja de 540 dólares, los actuales derechos de exportación limitan los ingresos de los productores para poder pagar los aumentos de los insumos en dólares, los altos fletes dispuestos por regulaciones , la confiscatoria carga impositiva, el mayor “costo de la burocracia” provocado por las intempestivas y discrecionales regulaciones para producir , transformar y exportar que hace insostenible poder afrontar una próxima siembra, usando toda la tecnología disponible que demanda la necesidades de aumento de las producciones para poder paliar el déficit fiscal del país con dólares genuinos.
Las provincias tienen que cubrir necesidades financieras, de déficit fiscal y amortizaciones por 62.500 millones de pesos en el 201 2 según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal -IARAF-. Toda esta situación se va a ver agravada porque el país sigue alejada de los mercados financieros internacionales y de tomar algún crédito será a una tasa mucho más alta por el aumento del riesgo país después de la confiscación de YPF.
A nivel nacional en el 2012 hay que pagar 100.000 millones de pesos de subsidios a la energía y al transporte y 60.000 millones de pesos por importación de combustibles , por mencionar dos de los gastos más importantes que hay que atender como resultado de las políticas equivocadas de los últimos 8 años..
Nuestros gobernantes tendrán que asumir que la fiesta se terminó y tienen que recuperar la sensatez y el sentido común con las nuevas políticas para evitar enfrentarse con sus votantes. Se acabaron los recursos genuinos de los primeros años con los superávit gemelos, no hay más dólar competitivo, se van terminando los recursos de las cajas apropiadas por el gobierno, el país va entrando en recesión por la limitación de importación y el control de mercado de cambio, motivo por el cual el gobierno nacional y las provincias deben cambiar las políticas que permitan ir bajando la inflación y achicando el nivel de gasto público de 47%, que es impagable para el sector privado y los consumidores.
No hay populismo sin plata salvo que sigan avanzando con expropiaciones y confiscaciones, siempre que se lo permita la mayoría de la dirigencia en el nuevo escenario social y político que se va a diagramando.
Ahora se discute quien la paga la fiesta y de qué forma . Este es el debate en el cual está involucrados los sindicatos, los empresarios, el sector agropecuario con el gobierno . Por ahora el reclamo es solamente del sector agropecuario. Los otros sectores no se han dado cuenta de que los impuestos y servicios suben para todos y la inflación en alza proyectada en más de un 30% está carcomiendo los ingresos de todos los ciudadanos. El dirigente sindical está ocupado en la renovación de las autoridades de la CGT y se han fijado un plazo para después del 12 de julio para actuar en defensa de sus representados. Espero que no sea tarde ante las reacciones incipientes de varios gremios.
En economía se puede hacer cualquier cosa menos evitar las consecuencias. Los resultados económicos y sociales por las políticas que se aplicaron estaban previstos en cualquier manual elemental de economía . Va a ser la primera vez que un gobierno peronista se tiene que hacer cargo de corregir la distorsión de los precios relativos, por haber aplicado políticas populistas y demagógicas insostenibles por mucho tiempo. A pesar de haber crecido a tasas chinas en los últimos 8 años, por el viento de cola de los altos precios de los commodities y los importantes recursos generados por el sector agropecuario, no alcanzaron para darle más tiempo a un modelo que siempre termina de la misma forma.
Llego el momento de que el gobierno sincere la verdadera situación del país a todos los ciudadanos y permita en una mesa de dialogo entre todos los sectores de la sociedad discutir y concretar una propuesta integral, para poder revertir la grave situación de la economía con una propuesta superadora con el menor costo social posible.
Lo alentador, a pesar de nuestros errores, es que el mundo nos sigue esperando porque precisa principalmente muchos alimentos en cantidad y calidad, que la argentina está en condiciones de aportar rápidamente, si le saca el estado la pata de encima al sector agropecuario y agroindustrial.
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