Caló con un pie afuera

Antonio Caló está cerca de quedar afuera de encabezar la CGT alineada con la Casa Rosada .El jefe metalúrgico tiene hipertensión e insuficiencia cardíaca, pero la verdadera razón es política. Caló no se vé liderando una central obrera condescendiente con el gobierno, sobre todo si éste no accede a los reclamos gremiales, tanto de la CGT de Moyano como de la que surja del congreso a realizarse el 3 de octubre. La inflación, el mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias, el ahogo financiero de las obras sociales y la falta de universalidad de las asignaciones familiares configuran un contexto incómodo para cualquier líder sindical cercano al gobierno.(para leer la nota completa cliquear en el título)
Además, se licua el respaldo de sus aliados, a los que nunca terminó de convencer, sobre todo luego del faltazo del 16 de julio pasado, al encuentro con la Presidenta. En los días previos a esa reunión, la UOM había cerrado un aceptable aumento paritario del 23%. Pero aún no está claro el nombre de su eventual reemplazante. El principal candidato sería Ricardo Pignanelli (Smata), Héctor Daer (Sanidad), Horacio Ghillini (docentes particulares) y Omar Viviani (taxistas). No obstante, habrá que ver qué piensan los principales referentes del animoyanismo: Armando Cavalieri (mercantiles) Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (Obreros de la Construcción). Se sospecha que sea quien fuere el postulante, deberá contar con la aprobación de la Presidenta, lo que configuraría una invasión gubernamental sobre asuntos que son propios del movimiento obrero. Viejas cuentas pendientes entre los dirigentes permiten esta iniciativa.