Al “relato” sólo le falta el final



Por Mariano Rovatti

Mientras se precipitan aceleradamente los hechos en materia económica, el gobierno nacional muestra su incompetencia para resolver la crisis que él mismo generó. La reaparición pública de la Presidenta dejó más preocupación que su ausencia, al demostrar un inédito grado de desconexión con la realidad. Frente a ello, se viene un mes de febrero muy caliente, con la reactivación de las causas judiciales contra Amado Boudou, la designación del Presidente Provisional del Senado, la demanda anticipada por paritarias trimestrales y la generación de nuevos y simultáneos conflictos sociales. Frente a este complejo escenario, que requiere de un poder político fuerte y seguro, el gobierno ofrece todo lo contrario: falta de conducción, ausencia de estrategias y programas, e incompetencia manifiesta en el equipo de gobierno. Todo ello realimenta un círculo vicioso, que jaquea la gobernabilidad.

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El gran bandoneonista Rodolfo Mederos, decía que lo mejor de los argentinos era la capacidad de improvisar, pero –a la vez- la tendencia a improvisar era lo peor de nosotros.

Alguna vez Néstor Kirchner se ufanó de no tener un plan económico, asegurando que la gestión del día a día por sí sola alcanzaba para lograr los objetivos en esa materia. En estos días, de marchas y contramarchas, de un gobierno que corre agitado detrás de los acontecimientos, de funcionarios que perdieron el rumbo y el control de los hechos, se aprecian los costos de la improvisación.

Frente a ello, vemos con preocupación a un elenco de funcionarios que siguen repitiendo mecánicamente las letanías de un relato que ya no lo cree nadie. ¿Se lo creerán ellos mismos? Cuesta imaginar que así sea, pero así fuese, estamos en el horno.

¿Tiene el gobierno interés en enderezar la crisis y llevar una transición ordenada hasta diciembre del 2015? ¿o prefiere seguir convocando a un colapso, para aparecer como víctima de una conspiración de los mercados? El gobierno tiene todas las herramientas para lograr lo primero y quedar en la historia en un lugar digno, con posibilidades de dejar alguna herencia política más allá del 2015, pero a veces parece que opta por lo segundo, imaginando un desenlace trágico como final inevitable de su épico relato: el de un gobierno nacional y popular que se inmola en su lucha desigual contra los poderosos. Quizás, desde su particular visión del devenir histórico, el cristi-kirchnerismo imagine que así trascenderá y dejará abierta la posibilidad de una vuelta lejana, cuando el modelo neoliberal que lo suceda vuelva a colapsar.

La Presidenta mandó al matadero al Jefe de Gabinete Jorge Capitanich y a su ministro predilecto, Axel Kicilof. Los obliga a dar explicaciones, hacer experimentos y correr con desesperación frente al descontrol financiero. Mientras tanto, ella se preserva para dar sólo presuntas buenas noticias, como el subsidio para los jóvenes ni-ni (ni estudian ni trabajan), que quizás –reglamentación mediante- termine siendo sólo un recurso para mantener militantes.

La borrada presidencial debilita su liderazgo institucional, estimulando todo tipo de especulaciones. Además de constituir una señal de incompetencia e inmadurez, es una muestra de falta de grandeza frente al momento histórico: cuando más hace falta tomar decisiones trascendentes para el bien del país, más se ocupa de su ocasional posicionamiento político relativo.

La Presidenta tiene en su mano la pluma para escribir el final de su “relato”: si asume la realidad, y toma las medidas que la crisis exige, logrará el apoyo de toda la sociedad y llegará sin problemas a diciembre de 2015, cuando le coloque la banda presidencial a otro ciudadano elegido por el pueblo. Si redobla la apuesta, y ofrece más de lo mismo, la historia acabará mal, y lo que aún falta será una eternidad.

Buenos Aires, 27 de enero de 2014

1 comentario:

Diego Ezequiel Bianchi dijo...

Exelente editorial Mariano. Personalmente pienso que el final va a ser catastrofico, tanto observado desde el sentido comun, como del punto de vista astrologico que manejo. Dificilmente pueda encontrarse en el mundo un pais con tantas cirisis economicas y politicas a repeticion como las que tiene Argentina. Y esta ultima fue la mas autogenerada, a pesar de las condiciones favorables externas. Como sociedad parecemos un alumno bobo que no puede pasar del primer grado. Lamentable. Perdon por los acentos, pero mi celu no dispone de ellosm Un gran abrazo. Diego Bianchi.