Por Juan Maya
El fervor patriótico que despertó la participación del seleccionado nacional en éste mundial de fútbol no es nuevo. Sin embargo, no deja de asombrar por el sostenimiento y su intensidad en el tiempo. Lamentablemente esa pasión “nacionalista” que agita el fútbol no se refleja en otros ámbitos de nuestra sociedad, por el contrario todo lo demás nos separa, nos divide, nos enfrenta.
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La “argentinidad al palo” por el fútbol
Nuestro pueblo es futbolero, es una pasión que está en nuestros genes. Esa pasión atraviesa todas las capas sociales cuando de la selección se trata. Ricos, pobres, clase media, trabajadores, empresarios, políticos, profesionales, estudiantes, intelectuales, amas de casa, jubilados, desocupados, etc, todos están influenciados por el mundial de fútbol. Hasta los granaderos se prendieron al “Brasil decime qué se siente…” La Fanfarria Militar Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo interpretó la canción durante los festejos del Día de la Independencia en Tucumán el 9 de julio pasado.
Este nacionalismo y fervor patriótico mundialista sin embargo no influye en la víscera más sensible de los argentinos: el bolsillo.
En efecto, se estima según diversos informes que nuestros compatriotas, embanderados con la selección de fútbol, tienen casi 400 millones de dólares en bancos del exterior. El dato fue difundido por la organización Tax Justice Network. El país ocupa el cuarto lugar dentro de América Latina en cuanto a la cantidad de habitantes que más dinero poseen sin declarar fronteras afuera.
¿Es posible pensar un país cuya base de unión solo pasa por una actividad deportiva? ¿Cómo se desarrollaron esos países tan admirados por muchos argentinos? Algunos admiran a Alemania, el país que jugará la final con Argentina, muchos a Estados Unidos, otros a Inglaterra, también hay admiradores de los países nórdicos: Dinamarca, Suecia, Noruega, etc.
Ninguno de esos países logró ser lo que son sobre la base de un nacionalismo deportivo, lo hicieron a partir de la construcción y desarrollo de una potente burguesía que llevó adelante un proyecto de país.
Argentina podrá repatriar esos millones de dólares cuando nuestra clase política, empresaria junto con los trabajadores acuerde un proyecto de país que nos incluya a todos equitativamente. No habrá “Vaca Muerta” o cosecha de Soja que alcance si no hay un proyecto verdaderamente patriótico cuya base no será ni puede ser el deseo -legítimo- de que Argentina gane un mundial de fútbol.
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