Qué nos dicen los números de Santa Fe

Por Pepe Eliaschev

El ruido periodístico de la noche del domingo poco ayudó a entender algunas de las conclusiones más interesantes de la derrota de la presidenta Cristina Kirchner en Santa Fe. Se advirtió en la cobertura de muchos medios porteños un manejo entre deficiente y tergiversado de lo que indicaban los cómputos, seguramente por desconocimiento del peculiar y -si se quiere- sofisticado sistema político de esa provincia.(si no sale el artículo completo, cliquear en el título)
El reelecto Frente Progresista Cívico y Social (PCS) ganó, pero sufriendo una notable merma de votos. Mientras que la fórmula socialista-radical de Hermes Binner-Griselda Tessio capturó casi el 54% de los votos en 2007, esta vez el binomio Antonio Bonfatti-Jorge Henn, de la misma denominación partidaria (PS-UCR), fue votado por casi el 39%. En la elección de diputados provinciales, el 50.3% de 2007 se convirtió este domingo en casi 33%. Son caídas muy notables. Pero lo que parece fuera del foco más intenso de la repercusión mediática es que la caída ha sido padecida de manera desigual por los dos sociales principales del FPCS, socialistas y radicales.
En Rosario, por ejemplo, tradicional baluarte del PS, Miguel Lifschitz fue electo intendente en 2007 con el 57%, mientras que su compañera Mónica Fein ganó ahora, pero con el 52.2%. En la ciudad capital de la provincia, Santa Fe, en cambio, la UCR había triunfado en 2007 con casi el 33%, consagrando intendente a Mario Barletta, este domingo recogió más del 45%, para ubicar en ese cargo a José Corral.
El radicalismo le arrebató al peronismo la senaduría por la capital provincial, lograda por Hugo Marcucci, actual presidente del comité provincial de UCR, que también aumentó su presencia en el Senado provincial. Mientras que en 2007 la UCR obtuvo bancas por cinco departamentos, en 2011 lo hizo por siete departamentos. El PS se mantuvo sin cambios: conserva la única banca que tenía (el senador por el departamento Rosario, Lifschitz).
Dentro del bloque del Frente Progresista en la cámara de diputados de la provincia, el total de bancas obtenidas por el FPCS arroja algunas derivaciones interesantes. El oficialismo santafecino pasa de 28 bancas a 15, pero mientras que la UCR crece dentro del FPCS del 36% al 53%, el socialismo decrece del 36% al 27%. Los partidos menores del frente aumentan su peso del ocho al 20%. Bonfatti ganó la gobernación, pero la merma del Frente es notoria y una parte esencial de la explicación deriva del deterioro de los socialistas en la poderosa Rosario. La fórmula electa incluye como vicegobernador a Henn, un dirigente radical cercano al candidato presidencial Ricardo Alfonsín.
Otro elemento que parece haber sido uniformemente inadvertido por los medios es que de las 15 bancas de diputados provinciales que ganó el FPCS, ocho serán ocupadas por radicales, cuatro por socialistas, dos por dirigentes del partido SI y una por la Coalición Cívica. El peronismo consiguió la mayoría, con 28 bancas, y Pro sumó siete. En el Senado santafecino integrado por 19 bancas, el FPCS ganó ocho, pero siete (correspondientes a los departamentos Capital, General Obligado, San Cristóbal, San Justo, Constitución, Iriondo, General López) fueron para la UCR, mientras que el PS obtuvo solo una (Rosario). El justicialismo logró 11 bancas.
El ruido periodístico de la noche del domingo poco ayudó a entender algunas de las conclusiones más interesantes de la derrota de la presidenta Cristina Kirchner en Santa Fe.
Algo aún más sugestivo se produjo en las decisiones municipales. De las 43 intendencias en disputa en ciudades de más de 10.000 habitantes), el Frente Progresista ganó 22. En 20 de ellas, ganaron los radicales (Santa Fe Capital, Avellaneda, Arroyo Seco, Capitán Bermúdez, Carcarañá, Coronda, Firmat, Funes, Las Rosas, Reconquista, San Cristóbal, San Javier, San Justo, San Lorenzo, Santo Tomé, Totoras, Villa Cañás, Vera, Villa Constitución y Villa Ocampo). Sólo dos le dieron el triunfo a intendentes socialistas, Rosario y Pérez. La UCR reporta no haber perdido ninguna ciudad gobernada por ellos, mientras que sumaron ahora cuatro más. Santa Fe tiene más de 300 localidades con menos de 10.000 habitantes, pero la tendencia indicaba que el 85% de los gobiernos comunales donde triunfó el Frente Progresista serán encabezados por presidentes comunales de la UCR.
Lo ajustado del resultado provincial, con una diferencia de apenas 62.000 votos (entre 1.800.000 votos positivos) entre Bonfatti-Henn y Miguel del Sel, parece radiografiar los sentimientos de un padrón que habría reaccionado ante lo que percibe como una inicial "ambigüedad" por parte del gobernador Binner con la Casa Rosada. Lo cierto es que Del Sel ganó todos los departamentos de la costa oeste de la provincia, estrechamente dependientes de la producción agropecuaria y en los que las luchas de 2008/2009 contra la 125 fueron clamorosas.
Es evidente el debilitamiento, por ahora coyuntural, del caudal electoral del Frente Progresista, pero observadores provinciales registran el repliegue socialista en Rosario como dato central, lo cual parecería conferirle al radicalismo un rol más protagónico. Tienen la vice-gobernación, la intendencia de la Capital y el 90% de los intendentes, así como la mayoría de los legisladores del Frente. El cuadro comparativo de porcentuales entre 2007 y 2011 es ilustrativo de lo que sucedió anteayer.
Publicado en La Nación

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