Gobernar para el largo plazo

por Arturo Navarro 

La Presidente de la Nación confirmo que el estado nacional se ha quedado sin recursos. Por esta razón –indicó- que las provincias de ahora en adelante tendrán que buscar mecanismo de recaudación propios para atender los gastos corrientes y de esta forma definió una nueva relación federal. A confesión de parte relevo de prueba: la mala administración no es solamente de la provincia de Buenos Aires sino también del estado nacional y mayoría las provincias. (para leer la nota completa, cliquear en el título) Un solo dato para saber de qué estamos hablando y quienes son los responsables. Recordemos que el gobierno nacional retiene el 76% de la recaudación nacional sin calcular la recaudación del impuesto inflacionario . En el caso de la provincia de Buenos Aires del total de ingresos que se gastaron en la provincia, solamente un tercio fue ejecutado por las autoridades provinciales y los dos tercios restantes lo fueron en forma directa por el gobierno nacional para financiar obras de infraestructura, porque de esa forma es “mucho más eficiente la gestión del Ministerio de Infraestructura.” La primera conclusión frente a esta realidad es que no hay federalismo si no hay federalismo fiscal. Hay que discutir y consensuar una nueva ley de coparticipación federal y una reforma impositiva moderna basada en los tres principios de la tributación: pagar por lo que se gana, por lo se gasta y por lo que se tiene. Un país que aspire a salir del subdesarrollo no puede estar permanentemente manejado con regímenes de emergencia. Como su nombre lo indica, las retenciones a las exportaciones pueden haber servido para una emergencia, pero no pueden ser un instrumento de política permanente. Nadie debería olvidar –incluido el gobierno nacional y las entidades agropecuarias- una de las costumbres argentinas: cuando un impuesto (retención) es transitorio se renueva todos los años y cuando un impuesto (retención) se transforma en coparticipable, este impuesto compró una prima de seguro para que jamás sea derogado. Así ha ocurrido con el 30% de las retenciones de la soja que se coparticipa olvidándose los gobernadores que tendrían que exigir el 100% de las mismas. Démosle a la política cualquier nombre : significa, lisa y llanamente, una apropiación directa de bienes al sector agropecuario y de los recursos de las provincias. El marco ideal para tener un Estado eficiente, que cuente con recursos genuinos y pueda atender a los más necesitados con políticas sociales específicas y eficientes es el siguiente: Los recursos aumentarán cuando el productor reciba íntegro el precio de su trabajo determinado por el libre funcionamiento del mercado. El párrafo anterior no es un principio teórico: es el camino que eligieron los países más exitosos que mantienen un alto nivel de vida para sus habitantes. Todos los debates ideológicos terminan cuando los que menos tienen viven cada día mejor. El problema no es solo del gobierno y de los políticos sino, también, de la dirigencia agropecuaria. Es cometer un error irresponsable –una nueva utopía- actuar como si la Argentina pueda desarrollarse dependiendo solo de los buenos precios internacionales de las materias primas. Se necesitan políticas de Estado para hacer previsibles las inversiones en el largo plazo. Los países que más crecieron y se desarrollaron en los últimos 80 años son los que se abrieron en forma permanente al mundo porque fueron más competitivas sus economías. El objetivo es abastecer mejor el mercado interno y aumentar las exportaciones con productos que tengan más mano de obra agregada. Me pregunto ¿Porque no somos capas de cambiar para no seguir repetir los errores por la utopía de vivir con lo nuestro? (*) Consultor Agropecuario y Director del Área Cadena Agroindustrial de Carta Político. Si considera esta opinión de interés reenvíelo a sus contactos. Mis opiniones y columnas radiales están en www.arturonavarro.com.ar Contacto : 011-15-40442147 - info@arturonavarro.com.ar Twitter: @arturojnavarro

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